intersur_banner1.gif (9632 bytes)

Peligro inminente de guerra mundial

¿Estamos al borde de una guerra nuclear?
Por Edgardo Alvarez Ojea
Frelance de Intersur Noticias

El mundo está viviendo una situación de extrema tnesión por la escalada de violencia entre Rusia y Ucrania
que amenaza con desencadenar una guerra nuclear de consecuencias catastróficas para la humanidad!

 

El mundo está viviendo una situación de extrema tensión por la escalada de violencia entre Rusia y Ucrania, que amenaza con desencadenar una guerra nuclear de consecuencias catastróficas para la humanidad.

El origen del conflicto se remonta a 2014, cuando Rusia anexó la península de Crimea, ilegíticamente en poder de Ucrania, y apoyó a los separatistas prorrusos en el este del país. Desde entonces, se han sucedido los enfrentamientos armados, los intentos de mediación y las sanciones internacionales, sin lograr una solución pacífica.

Sin embargo, las autoridadees territoriales no obedecieron esos actos de Kiev por falta de legitimidad. Los habitantes de la península de Crimea que habia sido
transferida a Ucrania en 1954 por el primer secretario del Partido Comunista de la URSS Nikita Jruschov, convocaron a un referendum para el 16 de Marzo. La
votación reveló la voluntad de 96,77% de la población de la República Autónoma a reintegrarse en la Federación de Rusia. El 18 de marzo se firmó en Moscú el
histórico acuerdo de reunificación de la República de Crimea y la ciudad de Sebastopol con la Federación Rusa.

Guerra civil en el Sureste de Ucrania

Varias regiones del este y el sur de Ucrania tampoco reconocieron la legitimidad del gobierno autoproclamado de Kiev, y con protestas
multitudinarias reivindicaron la federalización del país. Para aplacar las protestas en la región, el nuevo Gobierno puso en marcha su
'operación antiterrorista', desplegando artillería pesada para atacar zonas civiles en Donetsk y Lugansk
La operación especial llevó a duros enfrentamientos contra las autodefensas de la región y se registraron numerosos muertos y heridos

Hospitales, escuelas y zonas residenciales se convirtieron en blancos cotidianos de los ataques. Según la ONU, desde abril hasta el 18 de noviembre al menos 4.317 personas perdieron la vida y 9.921 resultaron heridas en el este del país. En total, 466.829 personas fueron desplazadas. 

La situación se ha agravado en los últimos meses, cuando Rusia ha movilizado a más de 100.000 soldados y miles de tanques, aviones y misiles en la frontera con Ucrania, en lo que se considera la mayor concentración militar desde la Guerra Fría. Ucrania, por su parte, ha reforzado su defensa con el apoyo de sus aliados de la OTAN, especialmente de Estados Unidos, que le ha proporcionado armas, entrenamiento y asistencia financiera fomentando de esta manera la crisis

Emanuel Macron en el punto de inflexión

El punto de inflexión se produjo el pasado 28 de febrero, cuando el presidente de Francia, Emmanuel Macron, propuso enviar tropas francesas a Ucrania para apoyar al Gobierno de Kiev y disuadir a Rusia de una posible invasión. Esta idea fue rechazada por la mayoría de los países europeos y recibió una dura advertencia del presidente ruso, Vladímir Putin, que la calificó de "extremadamente peligrosa" y amenazó con usar armas nucleares capaces de "destruir la civilización" si la OTAN intervenía en Ucrania.

Desde entonces, el clima de hostilidad se ha incrementado, con acusaciones mutuas, provocaciones, ataques cibernéticos y violaciones del alto el fuego. A pesar de los esfuerzos diplomáticos, no se ha logrado rebajar la tensión ni evitar el riesgo de una guerra nuclear, que tendría efectos devastadores para el planeta

Según los expertos, una guerra nuclear entre Rusia y Francia, que poseen más de 10.000 ojivas nucleares entre los dos, provocaría millones de muertes, una reducción drástica de la temperatura global, una destrucción de la capa de ozono, una crisis alimentaria y una contaminación radiactiva que afectaría a la salud y al medio ambiente durante décadas. Además, el conflicto podría extenderse a otras regiones y potencias nucleares, como Estados Unidos, China, India, Pakistán, Corea del Norte o Israel, lo que aumentaría el escenario de una aniquilación total.

Ante esta situación, es urgente que la comunidad internacional actúe con responsabilidad y sensatez, y que se retome el diálogo y el respeto al derecho internacional. No podemos permitir que el destino de la humanidad dependa de la voluntad de unos pocos líderes que juegan con fuego. Debemos exigir el fin de la carrera armamentística, el desarme nuclear y la solución pacífica de los conflictos. Solo así podremos garantizar un futuro seguro y digno para las generaciones presentes y futuras.

Catástrofes del año

Los enfrentamientos en el sureste de Ucrania provocaron una tragedia sin precedentes, el 17 de julio, en el cielo de Donetsk fue
derribado un avión Boeing 777  de Malaysia Airlines con 298 personas a bordo. El vuelo MH17 iba de Amsterdam a Kuala Lumpur
y la mayoría de sus pasajeros eran neerlandeses. Desde las primeras horas de la catástrofe, Ucrania y otros países culparon de la
tragedia a las autodefensas y a Rusia, sin presentar pruebas fiables. La investigación del accidente continúa en curso, aunque Ucrania impide a los
expertos internacionales el acceso al lugar del siniestro, al mismo tiempo que culpa constantemente a las autodefensas de hacer lo mismo.

Los rebeldes hutíes de Yemen apoyados por Irán han intensificado
sus ataques a buques comerciales y militares que navegan por el
mar rojo en respuesta a la ofensiva israelí sobre Franja de Gaza.

Los rebeldes hutíes de Yemen, apoyados por Irán, han intensificado sus ataques contra buques comerciales y militares que navegan por el mar Rojo, en respuesta a la ofensiva israelí contra la Franja de Gaza. Estos ataques no solo ponen en riesgo la vida de los marineros y el comercio mundial, sino que también han causado daños a los cables submarinos de fibra óptica que conectan Asia, Europa y Medio Oriente, afectando al 25% del tráfico de datos por Internet.

Según fuentes estadounidenses, el pasado miércoles 6 de marzo, un misil lanzado por los hutíes impactó contra el carguero griego True Confidence, causando al menos dos muertos y varios heridos entre la tripulación. Este fue el primer ataque mortal de los hutíes contra un barco comercial desde que iniciaron su campaña en noviembre de 2023. Desde entonces, los rebeldes han lanzado más de 45 ataques con misiles y drones contra buques de la coalición liderada por Estados Unidos y Arabia Saudita, que apoyan al gobierno oficial yemení, así como contra otros barcos que transitan por la zona.

Los hutíes han justificado sus ataques como una forma de solidaridad con los palestinos y una defensa de su soberanía frente a la agresión extranjera. Sin embargo, sus acciones han sido condenadas por la comunidad internacional, que las considera una amenaza para la paz y la seguridad regional y global. Estados Unidos y el Reino Unido han llevado a cabo varios ataques aéreos contra objetivos de los hutíes dentro de Yemen, tratando de frenar su capacidad militar y su arsenal de armas.

Además de los daños humanos y materiales, los ataques de los hutíes han tenido un efecto colateral en las comunicaciones globales, al dañar cuatro de los quince cables submarinos de fibra óptica que cruzan el mar Rojo. Estos cables son vitales para el funcionamiento de Internet, ya que transportan casi el 99% del tráfico de datos mundial. Según la empresa hongkonesa HGC Global Communications, el 25% del tráfico entre Asia y Europa, así como Oriente Medio, se ha visto interrumpido por el corte de los cables, lo que ha obligado a los proveedores de Internet a desviar el tráfico por otras rutas.

Los cables submarinos son infraestructuras críticas que requieren una gran inversión y un mantenimiento constante. Su reparación puede tardar semanas o meses, dependiendo de la gravedad del daño y de las condiciones meteorológicas. Los expertos advierten sobre las vulnerabilidades de estos cables, que pueden ser afectados por fenómenos naturales, accidentes, sabotajes o ataques militares. Por ello, se hace necesario reforzar su protección y su diversificación, así como desarrollar otras alternativas de comunicación, como los sistemas por satélite.

Por Edgardo Alvarez Ojea
Fredlance de Intersur noticias
eaojea@gmail.com
noticas@Intersur.com.ar

Volver